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El Gordo Edgar tocando el Tres en Grabación de Video Clip La Patria en la Piel del colectivo Chavistas Pa’ lo que Salga.
19/01/22/
Hablardel gordo Edgar, es acercarnos a la más elevada estatura del sujeto de la clase trabajadora, la del individuo que tiene la virtud de pensarse para sí desde su conciencia proletaria, para asumir la empresa de dejar de ser esclavo y revertir su realidad u obrar en ese intento hasta las últimas consecuencias.
El cimarrón alzado de esta era contemporánea que fue el gordo Edgar, asistió al tiempo del incendio de sus primeros 40 años, atravesando la cuarta república completica y su lugar en esa guerra fue el de la primera línea.
Desde su modestia y en la revuelta emocional e ideológica de sus convicciones, le escuché decir con su timbre anarquista que no le gustaba la categoría vanguardia, porque dejaba de lado a lo que en su cúmulo de principios y gente que le rodeaba era en últimas, el pueblo todo. Esa evasión de la ese (s) final del plural, es la que permite en los registros de la historia que a un solo ser se le adjudique en su nombre el triunfo de muchos; pero la verdad es que, como dice el apóstol José Martí:
“Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana.”
A esta hora de su siembra, en la plena celebración de su digno paso por estas tierras que llamamos Venezuela, cabría también celebrar la impronta hermosa del trabajo político y social del gordo, así como el de los que lo precedieron; si hablamos de La Vega, que en labios de Alí Primera fue el crisol de nuestras luchas, vale la pena decir, que ese Barrio, La Vega de sus amores, es el barrio de Alí Gómez García «Alicate», el mamador de gallo, que de tanto querer le entregó la vida al continente en la defensa del proceso Sandinista, tratando de desactivar una bomba que pusieron los contras. Que se grite a todo pulmón que en ese barrio estuvo Francisco Wuytack, ese curita hippie que iba en moto y con pelo largo enseñándole a los muchachos que no bastaba rezar, el que fundó escuelas y cuidaba a los guerrilleros con su oración de carne y hueso y su plegaria de protesta y rebelión. En ese barrio, vive la negra Mariela, que se embraguetó con su ejército de mujeres y se puso a construir una vivienda amable para que crezcan los chamos que están por venir.
Ese mismo barrio parió al Gordo Edgar, pero como Edgar está en el paisaje, él es hoy el sector B de Las Casitas, él es la Quinta Terraza, la Radio Comunitaria, el Infocentro, el Comedor Popular, el Consejo Comunal, el Ateneo Caribes de Itagua, la Comuna. El Gordo estará siempre presente en el encuentro de Santos Negros, la fiesta popular por excelencia de los afrodescendientes y las organizaciones comunitarias.
Que no les extrañe, que por los días del mes de Junio del Cerro Itagua baje un rumor con el viento tibio de su tres, punteando un Son Cubano, para saludarnos con Guantanamera.
El Gordo está en el paisaje.
Manuel Armas.